Si tenemos en cuenta que un jugador amateur realiza más de un 30% de los golpes con el putter, merecerá la pena dedicarle un poco de atención.
Hace unos días hablábamos de la importancia de la confianza y las sensaciones a la hora de elegir el palo para ejecutar golpes largos. En el caso del green, a priori (salvo algunos inevitables chips en greenes con formas caprichosas…), el putter será el único protagonista.
Pero, entonces ¿cómo elegirlo?